El pasado 4 de mayo el Ayuntamiento de Palma inauguró una calle dedicada a Catalina Tarongí, que juntamente con su hermano Rafael y Rafael Valls fueron quemados vivos por no querer abjurar de su fe judaica en el último auto de fe con muerte el 6 de mayo de 1691.
El Dr Montaner se interesó por el devenir de los judaizantes de familias castigadas por la Inquisición que optaron por salir de sus lugares de origen. En el seno de la familia Tarongí, la evolución social de los que lo hicieron se contrapone a la de quienes no lo hicieron.
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